Estos días he podido revivir el peso que la sociedad carga sobre las mujeres, especialmente sobre aquellas que decidimos ser madres y no renunciar a tener un crecimiento profesional. Son muchas las que nos castigamos por no poder dedicar más tiempo a nuestros hijos\as debido a no poder conciliar ambas vidas (la vida laboral y la personal). Y es que,  ¿A caso las mujeres tenemos dos vidas?

Cuando se vive dicha situación experimentamos miedos, sentimiento de culpa, sentimos no ser suficiente ni como madres ni como trabajadoras. En muchos casos decidimos llevar a los pequeños a una guardería, por no tener otra opción, y en términos generales se nos dice que debemos irnos tranquilas y somos nostras mismas las que nos cuartamos la necesidad de expresar lo mucho que sufrimos al separarnos de nuestros hijos.

Creo que ha llegado el momento de permitirnos, como madres que somos, soltar aquello que nos preocupa, dejar ir los introyectos\creencias que durante años han atormentado a nuestras mujeres (ser una madre perfecta, una esposa perfecta, buena trabajadora, no quejarte…) y darnos el espacio para sentir, para vivir, para llorar y reír…dejarnos ser mujeres, madres que sienten, temen y necesitan su tiempo para acompañar en el crecimiento de sus hijos.

En mi experiencia personal formar parte de un grupo de mujeres en tu misma situación crea vínculos de apoyo y seguridad que ayudan a transitar los miedos del camino.

Si quieres formar parte de nuestro grupo de mujeres-madres ponte en contacto con nosotras.

Lorena Alías – Psicóloga y terapeuta Gestalt