El autocuidado y cómo nos ayuda a gestionar los retos del día con nuestros hijos

Ser madres y padres es entrar en un mundo de cambio, dedicación y aprendizaje intenso, desconcertante y gratificante al mismo tiempo.

Ningún niño/a viene con un manual bajo el brazo que nos explique cómo actuar en cada uno de los retos que se nos presentan día tras día.

Con cada experiencia y cada situación nos ponemos a prueba como los padres y madres que somos.

Cuando los niños son pequeños, especialmente entre los 0 y los 3 años, solemos centrar toda nuestra energía y atención en ellos, en sus necesidades, en su crianza y solemos posponer, e incluso olvidar, todo aquello que nosotros mismos necesitamos como seres humanos que somos.

Tal vez antes meditábamos cada día o salíamos a correr, puede que nos diéramos duchas largas después de un día estresante o nos tomáramos un café con una amiga para recargar pilas. ¿Dónde quedó todo eso?

Cuando nos embarcamos en el fascinante e impredecible viaje de la maternidad/paternidad es crucial tener presente que cada uno de nosotros debe atender sus necesidades para lograr el equilibrio necesario que permitirá afrontar los retos del día con mayor armonía y serenidad.

Imagínate un vaso lleno de estrés, nervios, malestar… imagínate que ese vaso se ha ido llenado a lo largo del día. Cuando llegas a casa una minúscula gota generada por cualquier situación domestica puede ser aquella que lo colme y vierta, de forma desmesurada, todo su contenido en tu hijo/a. Si deseamos atender a nuestros hijos de forma respetuosa, amable y consecuente es necesario que lo hagamos desde la calma.

¿Cómo podemos mantener la calma en situaciones donde nos vemos superados?

Vamos a ver algunas herramientas que nos puedes ayudar a gestionar los retos de una forma respetuosa.

  1. Que es la conducta 

Según Jane Nelsen, “la conducta no es más que la única solución que el niño/a a encontrado para solventar un problema que no vemos”

Por lo tanto, y teniendo esto presente, podemos observar lo esencial y útil que resulta aprender a colocarnos en el lugar de nuestro hijo/a para poder observar detenidamente el motivo, la raíz que le ha llevado a comportarse de una determinada manera.

Puede que un niño de año y medio golpeo un vaso contra la mesa y con ello solamente pretenda experimentara y satisfacer su necesidad de conocer el mundo. Por lo tanto, ¿llamaríamos a esto mala conducta?

O un niño de unos 3 años que no puede estar durante tres horas de tienda en tienda en un centro comercial y después de dar unas cuantas vueltas se enfada o niega a seguir. ¿Sería eso una mala conducta o simplemente una expresión propia de la edad?

Es esencial tener presente, antes de hacer un juicio de valor sobre la conducta de los pequeños, la edad de nuestros hijos, sus necesidades, sus capacidades, su etapa evolutiva, etc.

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  1. Cómo ayudamos a nuestros hijos/as
  • Utilizando pocas palabras y muy concretas, especialmente en niños de un año a dos aproximadamente. No es lo mismo decir, “nos tenemos que ir a dormir pronto” que decir “nos tenemos que ir a dormir a las 20h”.
  • Ofreciéndoles opciones limitadas a partir de los dos años. ¿Quieres ponerte la camiseta verde o la rosa? Esto les permite sentirse importantes, parte de la familia y previene luchas de poder.
  • Centrarnos en la solución del problema y no en buscar culpables o responsables. Esto favorece el aprendizaje de los errores y a verlos como una oportunidad para crecer, ayudándoles a pensar alternativas, potenciando la creatividad y sus habilidades, etc. Y siempre es necesario la supervisión, la anticipación, el juego, establecer rutinas y validar sus emociones.
  • Y siempre es necesario la supervisión, la anticipación, el juego, establecer rutinas,  validar sus emociones y pedir ayuda cuando nos sintamos superados.

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  1. El Autocuidado

Por último, quiero hablar del autocuidado que os ayudará a estar centrados, más receptivos y con vuestra jarra de la paciencia y el amor llena. Cada uno puede elaborar su propia rueda del autocuidado donde figuren aquellas cosas que le ayuden a sacar el estrés y a estar más satisfecho (tomar un café, salir a correr, esperar cinco minutos antes de entrar en casa, contar hasta diez, etc)

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“Si cuando llueve miras hacia abajo, nunca ves el arcoíris “Charles Chaplin

 

 

 

 

 

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