Antes de ser madres o padres podemos llegar a hacernos una idea de cómo será nuestra vida con la llegada del bebé, nos basamos en todos los consejos de las personas de nuestro entorno que ya han sido padres e, incluso, en toda la información que hemos podido leer en libros, artículos, etc.
Pero la realidad es que hasta que no lo vives no llegas a comprender toda su complejidad… como toda en esta vida, ¿verdad?
Además, no todos los bebés son iguales, ni todas las familias, al igual que tampoco son iguales las experiencias de dos mujeres distintas que están viviendo la maternidad justo, en el mismo momento.
Hay muchos puntos en los que nos ponen sobre aviso cuando anunciamos un embarazo o incluso antes, cuando manifestamos nuestro deseo de ser padres, seguro que todos lo habéis vivido.
- Que si no dormirás
- Ojo que irás muy cansada
- Aprovecha que no tendrás tiempo para ti
Y siento deciros que…todo esto, es cierto.
La cruda realidad es que dejamos de ser el centro de nuestra vida y, de rebote, también dejamos de poner la mirada en nuestra pareja para centrarla en el rechoncho, precioso y achuchable bebe que acaba de llegar.
Y nos sentimos felices, afortunadas, dichosos, amamos no dormir, las horas de pecho/biberón nocturnas, el no ducharnos…. MMMMM ¿O NO?…
Seguro que muchos estáis viviendo las contradicciones de la maternidad, amáis profundamente a vuestros hijos y os encanta pasar tiempo con ellos y, a la vez, deseáis pasar un ratito en pareja o bien solos.
Pues ésta es la maternidad real. No te sientas bicho raro si deseas pasar un rato a solas, si quieres salir a tomar algo con un amigo o te gustaría hacer alguna cena romántica con tu pareja.
No pienses que te estás volviendo loca por llorar cuando tu hijo llora, por sentirte sobrepasada ante las demandas de tu hijo/a o por tener miedo y sentirte insegura.
Te lo aseguro, ES TOTALMETE NORMAL. Yo misma lo he vivido en mi propia piel, recuerdo que, en los primeros meses de vida de mi hijo, me sentí perdida, con mil miedos e inseguridades, abrumada por las hormonas, llorando por los rincones (especialmente cuando mi hijo lloraba y demandaba teta a todas horas), etc.
Descubrí que la mejor forma de afrontar todo esto era HABLANDO, COMPARTINENDO EXPERIENCIAS con otras mujeres, formando grupos de mamis, etc.
De verdad, no te lo calles, no temas expresarlo, no temas decir que es estas cansada, que necesitas un respiro… no eres mala madre por eso, eres humana. Y eso es maravilloso, por que es exactamente lo que tu hijo/a necesita, una madre que sepa pedir aquello que necesita para estar bien, que sepa atenderse, que pueda ser sincera con ella y con los demás y que, especialmente, se escuche y sigua lo que le dice su corazón. Tu hijo no necesita una padre perfecta e infeliz, necesita una madre feliz y consciente.
Y tú, el padre, que tan olvidado estás, ¿Cómo lo vives?
Pocos padres comparten su experiencia en torno a la paternidad, pocos comentan sus necesidades, sus miedos, si se sienten perdidos…. Porque no nos engáñenos, para ellos también supone un cambio y un aprendizaje acelerado.
Familia, mamás, vamos a darles a estos maravillosos padres el lugar que les toca y la oportunidad de vivir su paternidad en libertad. Ellos también saben cuidar al bebé, ellos también saben cuidar de la mamá, ellos también necesitan tener su lugar en la familia, no les excluíamos.
Padres, HABLAR, COMPRATIR (con vuestras parejas o amigos) e informaros de si en vuestra ciudad hay algún grupo de padres o familias a los que podáis acudir, veréis que muchos están igual que vosotros.
Y la pareja, ¿Qué pasa con ella?
Bien, ahora habéis pasado al siguiente nivel, a la siguiente pantalla. Ahora ya no solo sois una pareja, sino que sois una familia. Que significa esto, pues que necesitáis un tiempo para que vuestros engranajes familiares vuelvan al equilibrio. Necesitas conocer al bebé, conocerlos a vosotros mismos como padres y, al otro, como madre o padre. No os engañéis, ya no sois los mismos, vuestras prioridades han cambiado, el mundo no es igual, lo que antes podía ser banal para vosotros ahora es de crucial importancia. Los temas de los que habláis se han ampliado y hasta valoráis vuestra propia vida y seguridad muchísimo más. Iréis descubriendo como crecéis de forma acelerada gracias a vuestro peque maestro, vuestro hijo y como lográis, poco a poco y si es necesario con ayuda, al equilibrio y bienestar que anheláis.
Y el sexo, ¿Dónde ha quedado?
Pues seguramente está oculto en las profundidades del abismo. Si si, justo ahí, al lado de la montaña de pañales.
Pero no es alarmáis, todo vuelve, es solo un reajuste. Porque las parejas con hijos también pueden tener una vida sexual plena y feliz. Da igual colechas o tu bebe duerme en su habitación. Cuando la lívido vuelve solo hay que buscar el espacio para encontraros.
Pero para ello, es importante que os respetéis, valoréis, miréis con admiración al otro y cultives TODOS los días el amor en vuestra pareja.
Dejarme en lo comentarios vuestras experiencia y vivencias en torno a la maternidad y paternidad.
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