La Navidad y los niños altamente sensibles (NAS)

La Navidad es la época del año más esperada para todos los niños/as y para algunos mayores.

Llena de ilusión, fiestas, encuentros, regalos, luces, etc. La Navidad puede ser un momento mágico y a la vez incómodo para un/a niñ@ altamente sensible (NAS).

¿Por qué puede ser un momento crítico para los NAS?

Porque a pesar de ser un momento muy deseado, la forma en la que solemos acércanos a ellas suele generar en los pequeños de la casa un exceso de estimulación que, habitualmente, llega a sobrecargarles y saturarles desencadenando, rabietas, mal humor, malestar, llanto intenso, etc.

Por ese motivo es muy importante conocer una forma alternativa de disfrutar de estas fiestas dónde podamos acompañar y guiar las necesidades de los más pequeños.

Entenderles es un punto clave para ayudarles a crecer, conocerse, respetarse y descubrir las herramientas que les pueden ayudar.

L@s niñ@s altamente sensibles (NAS) suelen mostrar las siguientes características:

  • Son especialmente reflexivos
  • Suele necesitar el contacto físico
  • Se emocionan con el arte, la música y/o la naturaleza
  • Son muy sensibles a los tejidos, ruidos fuertes, luces y algunas texturas de los alimentos.
  • Viven la vida con mucha emocionalidad y expresan lo que sienten con mucha intensidad.
  • Tienen una elevada sensibilidad y son especialmente empáticos.

 

¿Cómo podríamos prevenir la sobreestimulación de estas fiestas?

  1. Disminuir los estímulos: Los ruidos, luces parpadeantes, canciones repetitivas, etc…provocan una sobre activación excesiva. Como primer paso es bueno reducir dichos estímulos empezando por casa. Podemos decorar el árbol con luces que no parpadeen, con objetos hechos a mano y no sobrecargando el hogar de decoración. Cuantos menos estímulos más tranquilo y equilibrado será el día a día de toda la familia.
  2.  Mantener las rutinas: Para todo niño/a la rutina es sumamente esencial, ya que le da seguridad y le permite ubicarse. En el caso de los NAS, las rutinas son especialmente necesarias, ya que para ellos todo cambio supone un esfuerzo mucho mayor tanto mental como emocional. Por ese motivo es esencial que, a pesar de los cambios que puedan existir en estos días, haya ciertas cosas que se mantengan, como el horario de ir a dormir, tener una actividad tranquila a lo largo del día, etc.
  3.  Ensayar y prevenir: Aquellos que somos papas y mamas de niñ@s altamente sensibles debemos tener muy presente que una de las principales necesidades que tienen es tener tiempo para adaptarse a los cambios. Con la situación actual debida al coronavirus, es fundamental que nos tomemos el tiempo necesario para explicarles como será la nueva forma de encuentro durante las fiestas explicándoles con anticipación que es lo que se encontrarán y como gestionarlo.
  4.  Cuidar el sueño: Dormir es una necesidad a la que debemos poner especial atención si tenemos un hijo/a NAS. Es esencial para eliminar el exceso de estímulos que acumulamos durante el día y para equilibrarse emocionalmente.
  5.  Proporcionarles herramientas: Este es un punto a tener en cuenta y trabajar durante todo el año. Hablar mucho con los pequeños de la casa, escuchando su sentir y proporcionándoles herramientas que les ayuden a gestionar su rasgo. Darles una visión positiva de la sensibilidad, acompañándolos en el autocuidado, favoreciendo la expresión de aquello que necesita y cuidando sus momentos en soledad. Las fiestas navideñas pueden ser un momento ideal para practicar juntos todo lo trabajado durante el año, dándole lugar y normalizándolo.
  6.  Hablar y escuchar desde el corazón: Encontrar momentos en calma para hablar y escuchar a los peques de la casa es esencial tanto para establecer un buen vínculo cómo para descubrir cuales son sus preocupaciones, su forma de ver el mundo, sus necesidades, etc. Hablar desde el corazón significa conectar mente y emoción, utilizar la palabra y la actitud. Hablar de manera afectiva tanto a uno mismo como a los demás requiere tiempo, paciencia y, sobre todo, ganas de querer hacerlo.
  7.  Contacto físico: La alta sensibilidad se manifiesta desde el nacimiento ya que es un rasgo hereditario. Cuando el bebé está sobreexcitado o sobrepasado necesita la presencia de sus padres y, especialmente, el contacto físico. Lo mismo sucede con los niños más mayores, a través de los abrazos, las caricias y el contacto se sienten seguros y amados.

 

Enséñales que en la vida es más importante disfrutar que ser o crear algo perfecto.

 

Si crees que tu hij@ puede ser altamente sensible no dudes en consultarme, estaré encantada de ayudarte a conocer el rasgo y como gestionarlo.

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